El historiador Ángel Viñas ha dicho a Efe que de "los mitos
estructurales que acompañaron al franquismo, el de Guernica fue el más
duradero", con motivo de su edición de "La destrucción de Guernica", de
Herbert R. Southworth, quien tiró por tierra todas las versiones
franquistas sobre el famoso bombardeo.
El norteamericano Southworth refutó todas las versiones que el
franquismo y otros historiadores europeos y americanos próximos al
régimen ofrecieron durante décadas sobre la destrucción de la villa
foral, con esta obra que Ángel Viñas ha considerado "una de las más
importantes jamás escritas sobre la Guerra Civil".
El libro fue publicado por Ruedo Ibérico, que sólo imprimió dos mil
ejemplares en 1977, por lo que resultaba inencontrable hasta que ahora
lo ha rescatado la granadina editorial Comares, en una edición que
supera las 700 páginas, con un epílogo de más de un centenar de páginas
de Ángel Viñas, además de anotaciones y un anexo fotográfico.
"La noción de que la destrucción fue causada por los republicanos la
subrayó el propio Franco no solo en la guerra sino también en la
postguerra, y en las postrimerías del franquismo surgieron algunas
variantes, cuando ya era difícil negar que la aviación nazi, la Legión
Cóndor, había efectuado el bombardeo", ha señalado Ángel Viñas.
De estas últimas versiones "la más importante fue la que exoneraba de
responsabilidad al mando 'nacional' porque, presuntamente, la Cóndor
había actuado por su cuenta, violando la fidelidad jurada a Franco; es
decir, que éste no tuvo culpa alguna".
Las investigaciones de Southworth resultaron "demoledoras", y
"destrozaron" esas "curiosas argumentaciones, en paralelo a lo que la
derecha europea y americana, y eminentes religiosos y periodistas de
medio pelo, habían argumentado fuera de España", según Viñas.
"He reconstruido con documentos de archivo cómo se llevó a cabo el
bombardeo y he tratado de poner de relieve las incongruencias, las
manipulaciones, las distorsiones, las omisiones y -pura y simplemente-
las mentiras que caracterizan a la más connotada literatura
neofranquista sobre el tema", ha asegurado Viñas sobre su epílogo.
El historiador ha añadido que aunque "los archivos militares
españoles han sido expoliados del dossier Guernica, afortunadamente
queda documentación colateral de gran importancia que permite delinear
el tipo de coordinación que se estableció antes del bombardeo entre los
mandos alemanes y franquistas".
También ha comparado Viñas "documentos alemanes hasta ahora
desconocidos o poco trabajados que permiten deducir que lo que se
perseguía era la destrucción lo más acabada posible de la villa foral".
Viñas ha denunciado que "eminentes, menos eminentes y atolondrados
historiadores neofranquistas de tres generaciones no han tenido el menor
pudor en seguir aplicando una de sus más notables premisas
metodológicas, la de proyectar hacia otros los comportamientos del bando
que le es más cercano".
Según Viñas, "las tesis de Southworth, ninguneadas o despreciadas
pero nunca rebatidas documentalmente por los historiadores
neofranquistas, han resistido perfectamente el paso del tiempo y la
aparición de nuevas fuentes documentales".
"No creo que pueda decirse lo mismo de los argumentos de
historiadores profranquistas como Ricardo de la Cierva, Luis Suárez
Fernández, el general de división del Ejército del Aire Jesús Salas
Larrazábal y otros de menor enjundia, entre ellos varios historiadores
militares y aficionados", ha concluido.
Viñas ha querido dejar constancia de su agradecimiento por el apoyo
que le han prestado para este trabajo a los profesores Stefanie
Schüler-Springorum y Xabier Irujo.
http://noticias.terra.es/ciencia/a-vinas-las-mentiras-sobre-guernica-fueron-las-mas-duraderas-del-franquismo,e9fe56a617efd310VgnCLD2000000ec6eb0aRCRD.html
viernes, 26 de abril de 2013
sábado, 20 de abril de 2013
El Franquismo arrebató más de 30.000 niños a sus madres biológicas
Sábado, 20 Abril 2013
Alrededor de 30.000 niños fueron robados en cárceles, domicilios
particulares y hospitales durante la Guerra Civil y el Franquismo, según estimaciones del juez Garzón en 2008 después de que las asociaciones de memoria histórica interpusieran una demanda ante la Audiencia Nacional para investigar estos delitos, archivados en su gran mayoría. La decisión de la Fiscalía hace unos meses que determinó que estos casos no habían prescrito da esperanza a las víctimas, que no olvidan su desdicha.
“Los niños robados del Franquismo son una desgracia, son sonrisas robadas a tantas familias desde 1936, durante la guerra y, sobretodo, en la posguerra y el tardofranquismo”, dijo ayer la presidenta de la Asociación de Mujeres Amparo Poch, Josefina Musulén, que acudió a Alcañiz invitada por Chunta Aragonesista para dar una charla.
Poch explicó que el coronel Vallejo-Nájera, que dirigió los servicios psiquiátricos del ejército franquista, “determinó en el 36 que ser demócrata, rojo y republicano era una enfermedad y que la forma de erradicarla era separar a los hijos de los padres”. Para ello, “se cambiaron las leyes para poder cambiar de identidad a los niños sin problemas”, explicó Musulén. En este aspecto, “el momento del bautismo era muy importante porque se cambiaba al niño de madre biológica”, explicó la experta.
En una etapa inicial era el Estado quien ejercía directamente esta presión, pero a partir de los años 60 surgen “las redes clientelares: médicos, enfermeros, curas y monjas tenían un fantástico negocio que les iba maravillosamente bien y siguieron haciéndolo hasta los años 80”. De hecho, “hasta el 87 el PSOE no cambió la ley de adopción, desde el 82 que ganó las elecciones”, reflexionó.
Musulén explicó que Garzón estimó en 30.000 niños los que fueron robados, aunque “sería difícil decir una cifra” porque “todavía hoy hay gente que después de oír una charla como la mía o leer un artículo de prensa se empieza a preguntar si ese hermano que le dijeron a su madre que había muerto realmente sería un niño fallecido”.
“El Estado siempre va por detrás”, protestó Musulén, que ve una gran dificultad en llegar a la verdad de la mayor parte de los casos porque “muchos han sido archivados”. De todas formas, “a finales del año pasado la Fiscalía determinó que no se podían archivar así, que no habían caducado”, lo cual “abre otra esperanza”.
El hecho de que se haya reabierto el debate ha propiciado también “muchos casos de reencuentros, que no se hacen públicos porque son vidas privadas”, destacó como punto favorable la presidenta de la Asociación de Mujeres Amparo Poch.
Esta agrupación centra su labor contra la violencia de género, pero entre sus prioridades está también “hacer visibles a las mujeres”. Dentro de esta tarea se enmarcan estas charlas. CHA-Alcañiz se preocupó por traerla al aula del teatro de Alcañiz. Según dijo su coordinador local, Santiago Sedeño, “es un tema que se tiene que comunicar, es una visión más de todo lo que supuso el Franquismo”.
Diario de Teruel
La Asociación de Mujeres Amparo Poch imparte una harla en Alcañiz
MARCOS NAVARRO / AlcañizAlrededor de 30.000 niños fueron robados en cárceles, domicilios
particulares y hospitales durante la Guerra Civil y el Franquismo, según estimaciones del juez Garzón en 2008 después de que las asociaciones de memoria histórica interpusieran una demanda ante la Audiencia Nacional para investigar estos delitos, archivados en su gran mayoría. La decisión de la Fiscalía hace unos meses que determinó que estos casos no habían prescrito da esperanza a las víctimas, que no olvidan su desdicha.
“Los niños robados del Franquismo son una desgracia, son sonrisas robadas a tantas familias desde 1936, durante la guerra y, sobretodo, en la posguerra y el tardofranquismo”, dijo ayer la presidenta de la Asociación de Mujeres Amparo Poch, Josefina Musulén, que acudió a Alcañiz invitada por Chunta Aragonesista para dar una charla.
Poch explicó que el coronel Vallejo-Nájera, que dirigió los servicios psiquiátricos del ejército franquista, “determinó en el 36 que ser demócrata, rojo y republicano era una enfermedad y que la forma de erradicarla era separar a los hijos de los padres”. Para ello, “se cambiaron las leyes para poder cambiar de identidad a los niños sin problemas”, explicó Musulén. En este aspecto, “el momento del bautismo era muy importante porque se cambiaba al niño de madre biológica”, explicó la experta.
En una etapa inicial era el Estado quien ejercía directamente esta presión, pero a partir de los años 60 surgen “las redes clientelares: médicos, enfermeros, curas y monjas tenían un fantástico negocio que les iba maravillosamente bien y siguieron haciéndolo hasta los años 80”. De hecho, “hasta el 87 el PSOE no cambió la ley de adopción, desde el 82 que ganó las elecciones”, reflexionó.
Musulén explicó que Garzón estimó en 30.000 niños los que fueron robados, aunque “sería difícil decir una cifra” porque “todavía hoy hay gente que después de oír una charla como la mía o leer un artículo de prensa se empieza a preguntar si ese hermano que le dijeron a su madre que había muerto realmente sería un niño fallecido”.
“El Estado siempre va por detrás”, protestó Musulén, que ve una gran dificultad en llegar a la verdad de la mayor parte de los casos porque “muchos han sido archivados”. De todas formas, “a finales del año pasado la Fiscalía determinó que no se podían archivar así, que no habían caducado”, lo cual “abre otra esperanza”.
El hecho de que se haya reabierto el debate ha propiciado también “muchos casos de reencuentros, que no se hacen públicos porque son vidas privadas”, destacó como punto favorable la presidenta de la Asociación de Mujeres Amparo Poch.
Esta agrupación centra su labor contra la violencia de género, pero entre sus prioridades está también “hacer visibles a las mujeres”. Dentro de esta tarea se enmarcan estas charlas. CHA-Alcañiz se preocupó por traerla al aula del teatro de Alcañiz. Según dijo su coordinador local, Santiago Sedeño, “es un tema que se tiene que comunicar, es una visión más de todo lo que supuso el Franquismo”.
Diario de Teruel
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