lunes, 30 de enero de 2012

El fiscal defiende a Garzón y pide que la “memoria histórica” se zanje sin juicio

Arremete contra el instructor, Luciano Varela, por sentar al juez en el banquillo: algo “insólito e insostenible”.

El fiscal del Tribunal Supremo Luis Navajas acapararó ayer todo el protagonismo en el juicio de la “memoria histórica”, el segundo al que se enfrentaba el juez Baltasar Garzón en apenas una semana tras el de las “escuchas” del “caso Gürtel”. Como en aquel, el Ministerio Público tampoco en esta ocasión mantiene acusación alguna contra Garzón, pero Navajas, a diferencia de su compañero Antolín Herrero días atrás, no pasó desapercibido en la primera sesión de este juicio, que se retomará el próximo martes con la declaración del juez. Éste se enfrenta a 20 años de inhahilitación por presunta prevaricación.

Según la acusación popular (Manos Limpias y Libertad e Identidad) habría cometido este delito cuando inició la investigación sobre los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo sabiendo que no era competente para hacerlo. Así se lo hizo saber la Fiscalía de la Audiencia Nacional -le acusó de abrir una causa general contra el franquismo- en octubre de 2008, en una postura opuesta a la que ahora mantiene el Ministerio Público.

Ayer, durante la exposición de las cuestiones previas, que se prolongó tres horas, Navajas defendió con vehemencia a Garzón y arremetió contra el instructor de esta causa, el juez Luciano Varela, por su actuación “insólita e insostenible” en relación con la “memoria histórica”. Así, acusó al juez del Supremo de haber colaborado con Manos Limpias (querellantes) cuando en abril del pasado año brindó al sindicato la oportunidad de subsanar los defectos de su escrito inicial. El nuevo escrito es un calco, “en un corta/pega”, dijo, del auto en el que el propio Varela admitía que podía haber indicios de delito contra el juez de la Audiencia.

¿Prevaricó entonces Varela?

Dice Navajas que, en sus más de treinta años de profesión, “jamás” se ha encontrado “con una resolución igual, insólita por provenir de un miembro de la carrera judicial y por las consecuencias que la misma tenía (suponía sentar a Garzón en el banquillo)”. A su juicio, Varela “colaboró, coadyuvó, para reconstruir lo que era absolutamente irreconstruible”, señaló, en referencia al escrito de Manos Limpias, un escrito, añadió, formulado “en términos probabilísticos y no taxativos”, como exige la ley. El escrito de Manos Limpias no cumplía los requisitos legales mínimos y nunca debió ser aceptado, sentenció Navajas. Como consecuencia de ello, Varela tendría que haber rechazado el escrito y sobreseido la causa contra Garzón. Y es a ese momento al que, según él, deben retroatraerse las actuaciones.

Cuando terminó con Varela, le tocó el turno a Manos Limpias. La Fiscalía y la defensa de Garzón insistieron en que en una causa en la que no hay perjudicados concretos y la Fiscalía no acusa no se puede abrir juicio oral sólo con la acusación popular. Así se estableció, dijo el fiscal, en la llamada “doctrina Botín”, matizada posteriormente por otras dos sentencias. “Que no se nos sumen al pelotón corredores adhesivos porque no nos hacen falta: la Fiscalía no necesita ayuda de acusaciones adhesivas para defender el interés público”, concluyó.

otrosi.net

sábado, 28 de enero de 2012

Juicio contra Garzón: El mundo de la cultura muestra su apoyo a Garzón

Recordatorio: mañana domingo marcha en solidaridad con el juez Garzón.

Actores, escritores e intelectuales han convocado para este domingo, en Madrid, una manifestación para expresar la solidaridad con el juez Baltasar Garzón y las víctimas del franquismo. La marcha, que finalizará en la plaza de Canalejas, partirá al mediodía de la plaza de las Salesas, frente al Tribunal Supremo.


Actores, escritores e intelectuales convocan una marcha en ..


El mundo de la cultura muestra su apoyo a Garzón

miércoles, 18 de enero de 2012

Juicio a Garzón por la “memoria histórica”: Los déficits de la justicia. La opinión de observadores internacionales


Lunes 23 de enero de 2012 a las 19 horas
Sala de Conferencias, Ateneo de Madrid
Calle Prado 21, Madrid

En relación con la investigación de los crímenes del franquismo por parte del juez Baltasar Garzón, los siguientes expertos juristas, de organizaciones nacionales e internacionales, pondrán de relieve la amenaza que el proceso penal ante el Tribunal Supremo supone para los derechos de las víctimas y para la aplicación del derecho internacional de los derechos humanos:


Pedro Nikken
Presidente de la Comisión Internacional de Juristas

Reed Brody
Consejero Jurídico de Human Rights Watch

Jimena Reyes
Responsable de la Oficina de las Américas de la Federación Internacional de Derechos Humanos

Hugo Relva
Consejero Jurídico de Amnistía Internacional – Secretariado Internacional

Alicia Moreno
Abogado y miembro del Comité Coordinador de Rights International Spain


Modera: Manuel Ollé, Vicepresidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España

domingo, 15 de enero de 2012

"¡Garzón es inocente, diga lo que diga el Supremo!"

Multitudinario acto de apoyo al juez en Madrid convocado por la plataforma de artistas, intelectuales, políticos y sindicalistas

JUANMA ROMERO Madrid


Inés Sabanés, Pilar Bardem, Marcos Ana, Almudena Grandes o Gaspar Llamazares, EFE

Esta frase, sólo esta frase, hizo que la derecha pusiera el grito en el cielo, que se echara sobre él, que lo llevaran incluso ante los jueces: "La Sala Segunda del Tribunal Supremo constituye un instrumento de la actual expresión del fascismo español". Carlos Jiménez Villarejo, ex fiscal Anticorrupción, la pronunció el 13 de abril de 2010, en un masivo acto de apoyo al juez Baltasar Garzón en la Complutense. El tiempo ha andado desde entonces, la Audiencia Nacional le absolvió de calumnias contra el Supremo y Garzón ya tiene un pie en el banquillo. Ayer sábado, Villarejo desempolvó esa frase, esa misma frase, para revalidar su pleno respaldo al juez. Y lo hizo ante las mil personas abigarradas en el Auditorio Marcelino Camacho de CCOO de Madrid, convocadas por la plataforma Solidarios con Garzón.
Era el último escalón de la movilización a favor del magistrado antes de que se siente ante los jueces del Tribunal Supremo (TS) este martes, por el caso Gürtel, y el 24 de enero, por haberse atrevido a abrir la primera causa penal contra los crímenes del franquismo.

Villarejo insiste en que el Supremo es "un instrumento del fascismo español"
"El TS debe saber que el inicio del juicio a Garzón es el inicio del juicio al Supremo por los ciudadanos", clamó Villarejo. La sociedad, dijo, exigirá "independencia" a los jueces. No les quitará ojo. Porque la vista se desarrollará ante la "mirada muda y atenta" de las víctimas, de sus familiares, de todos los que repudian la "impunidad absoluta del pasado totalitario de España".

Pero, pase lo que pase durante el juicio, y sea cual sea la sentencia, Garzón será el vencedor moral, como le reconoció el exfiscal. "¡Ya es inocente, diga lo que diga el Supremo!", exclamó. La sala prorrum-pió en una atronadora ovación. Villarejo atornilló sus elogios: el magistrado tiene su dignidad no sólo "intacta", sino "acrecentada", hizo "lo que tenía que hacer" al intentar investigar el horror del franquismo, "ha desmantelado redes de corrupción" como la Gürtel y ha peleado sin descanso por la "justicia universal". Por eso, razonó, dará igual el "linchamiento" y la "persecución" que está sufriendo. Por eso será, a ojos de los ciudadanos, "inocente", y por eso "no hay que perder la confianza" en que se le absolverá, aunque él mismo se dijo "escéptico".

La "caza de brujas"

"Acompañemos a los que simbolizan la libertad", invita  García Montero 
Marcial Muñoz, nieto y sobrino de dos fusilados por Franco, comenzó en 2006 su pequeña gran batalla: hacer constar en el registro la muerte de sus familiares, anotando el lugar exacto donde les mataron. Una jueza de Toledo se lo negó. La denunció. Y nada. Acudió después a Garzón y, sin saberlo él, Marcial, fue de los primeros que denunciaron los crímenes del franquismo, desencadenando la causa por la que el juez ha sido perseguido.

Ayer Marcial llevaba su relato hasta el Marcelino Camacho. Dolido, enrabietado por la "caza de brujas" desa-tada por "jueces que quizá no estén al corriente de que Franco ha muerto".
Esos jueces tienen nombre. Se lo endosó el actor Pepe Sacristán tomando prestadas las palabras del jurista argentino Carlos Slepoy, presente en el homenaje: ellos sí son "prevaricadores" por negarse a meter mano al pasado franquista.

La luz del optimismo se cuela desde Argentina, porque la jueza María Servini de Cubría sí indagará el genocidio de la dictadura. “La impunidad del franquismo tiene los días contados –celebró ante el auditorio el propio Slepoy–. Cuanto más se avance en este dislate, más se enfanguen en este lodazal, más esperanza para las víctimas”.

Pero el "atropello" contra Garzón tiene otro culpable, y lo citó el poeta Luis García Montero en el cierre de un acto que no contó con su protagonista: el "desmantelamiento del Estado del bienes-tar en nombre de los especuladores financieros". Pero los ciudadanos, subrayó, tienen la piel dura. Demasiado "cerca" el recuerdo de la miseria del franquismo y de su tiranía, "demasiado cerca el ejemplo de la resistencia". "Defendamos la democracia y acompañemos a los que simbolizan la libertad", remachó.

DOS JUICIOS EN UNA SEMANA POR PREVARICACIÓN

En siete días, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón se enfrentará a una petición de pena de 17 años de inhabilitación y a otra de 20 años. En ambos casos, por un presunto delito de prevaricación.

Tras el rechazo el pasado noviembre del Tribunal Supremo al recurso de súplica presentado por su defensa para tratar de evitar que el juicio de las escuchas del caso Gürtel se celebre el próximo martes 17 de enero, el Alto Tribunal fijó para el día 24 el inicio de la vista oral por haberse declarado competente para investigar los crímenes del franquismo. 

Público