sábado, 23 de marzo de 2013

La necesidad del pensamiento crítico

Discurso en la Universidad de Lleida, en el acto de investidura de Vicenç Navarro como Doctor Honoris Causa por esta Universidad. 21 de marzo de 2013

Señores y señoras miembros de la Mesa, Magnífico rector de la Universitat de Lleida, Secretaria General de la Universitat de Lleida, Presidente del Consejo Social de la Universitat de Lleida, y Decana de la Facultad de Derecho y Economía de la Universitat de Lleida, a mi padrino, el Dr. Pere Enciso, y a los asistentes, Magnífico rector de la Universidad Internacional de Cataluña, Vicerrector de la Universitat Pompeu Fabra, Autoridades académicas y civiles, Miembros de la Comunidad Universitaria.

Señoras y señores,
Muchas gracias por el honor que me confieren. Permítanme que transfiera este honor a todos aquellos que nos precedieron y que hicieron posible que ahora todos estemos aquí, en este acto de celebración a una voz crítica y que me gustaría fuera un acto de homenaje a todas las voces críticas que han hecho posible y han contribuido al progreso, a la libertad y al bienestar y solidaridad que ahora se están cuestionando.

En este acto quiero empezar agradeciendo la voz crítica de mis padres y de su generación. Hombres y mujeres que en su juventud participaron en aquel proyecto tan ilusionante de reformar nuestro país, que fue la II República. Fue la generación que intentó transformar Catalunya y España con reformas sociales, laborales, económicas y culturales que intentaban romper con el enorme conservadurismo que caracterizaba las élites económicas, financieras y religiosas gobernantes de aquel tiempo. 

Y entre estas reformas  estaba la de iniciar el reconocimiento de que el Estado español era y continúa siendo un Estado plurinacional, admitiendo y aceptando que Catalunya es una nación, con el derecho y con el deber de defender su identidad, su cultura, su idioma y su personalidad y deseo de ser nación.

Cada una de las reformas fue interrumpida y destruida por el golpe fascista apoyado a nivel internacional por Hitler y por Mussolini, imponiendo una de las dictaduras más sangrientas y crueles que haya existido en Europa en aquel periodo.

Me entristeció ver, al retorno del exilio, que mis estudiantes universitarios sabían muy poco de la historia de este país. Parecía cómo si creyeran que el dictador era como una persona mayor con mal genio. Con mayor elaboración, esta percepción se reproducía también en el discurso académico que subrayaba que aquella dictadura era, según la sabiduría convencional, un régimen autoritario, pero no totalitario, asumiendo erróneamente que aquel régimen no intentaba cambiar la totalidad de la sociedad, como intentan los regímenes totalitarios. Pero aquellos que vivimos y sufrimos aquel régimen, sí que vimos el intento de aquella dictadura de intervenir a las esferas más íntimas de la personalidad, desde nuestra lengua, la lengua que hablaba nuestro pueblo, hasta las relaciones interpersonales, e incluso en los sentimientos. Intento realizado con una enorme brutalidad. Por cada asesinato político que cometió Mussolini, Franco cometió 10.000, cómo ha documentado el profesor Malekafis, experto en el fascismo europeo, de la Universidad de Columbia de Nueva York.

Y fue la generación de mis padres la que sufrió aquella enorme represión. Es a ellos a quien el país tendría que honrar. Muchos fueron asesinados, otros encarcelados, muchos otros torturados, y todavía otros expulsados. Es importante que les agradezcamos su sacrificio y que los honremos. Con especial atención merecen serlo los maestros, entre ellos mis padres, que fueron expulsados del Magisterio, siendo maestros de Gironella, en el Bergadà, como miles y miles de maestros. Y otros que tuvieron que exiliarse, como los miles y miles de catalanes y españoles que iniciaron la diáspora republicana. Muchos de ellos –como mis tíos y tías- que iniciaron el maquis francés contra los nazis, fueron detenidos y enviados a campos de concentración nazis. Es a ellos y a todos los que sobrevivieron a aquella pesadilla y que continuaron su lucha por la democracia, la libertad y la justicia, estuvieran donde estuvieran. Muchos de ellos acabaron en América Latina, que los recibió con los brazos abiertos. A ellos también hay que honrarlos, pues sus voces críticas ante las estructuras del poder dictatorial mantuvieron vivas las aspiraciones por un mundo mejor.

Y en mis viajes alrededor del mundo, he visto y saludado esta enorme diáspora republicana tan olvidada en Cataluña y en España. Mis tíos y su generación, combatientes antifascistas en España, y antinazis en Francia, han sido olvidados en este país y honrados en cambio en Francia. Este silencio ensordecedor en Cataluña y en España necesita, no sólo una voz, sino un grito de protesta.

Y tenemos que honrar a las generaciones de los años cincuenta, que iniciamos la resistencia antifascista con las movilizaciones en las calles, y de los años sesenta y setenta, con movilizaciones que forzaron el fin de la dictadura. Nunca olvidemos lo que se intenta hacer que olvidemos: que Franco murió en la cama, pero la dictadura murió en la calle. Sin aquellas movilizaciones, lideradas por el movimiento obrero, la dictadura no hubiera acabado.

La fuerza de las movilizaciones fue lo suficientemente fuerte para que la nomenclatura que gobernaba el Estado fascista se tuviera que abrir para permitir un aire fresco de reformas. Pero hubo un enorme desequilibrio de fuerzas en aquel momento histórico, llamado Transición, en el cual las fuerzas conservadoras dominaban el Estado y la mayoría de los medios de información y persuasión, mientras que las fuerzas democráticas lideradas por las izquierdas acababan de salir de la prisión y/o volvían del exilio.

Resultado de tal desequilibrio, se estableció una democracia muy incompleta, con grandes limitaciones en las formas de participación ciudadana en la gobernanza del país, y con unas leyes electorales que sistemáticamente han discriminado a las izquierdas.

Y esta es la causa de un bienestar tan insuficiente. España y Cataluña, con más de treinta años con un sistema democrático, continúan a la cola de la Europa Social. El gasto público social por habitante continúa siendo el más bajo de la Eurozona. Y esto no es porque seamos pobres. En realidad, España tiene el 91% del nivel de riqueza de los países más ricos de la UE, es decir de la UE-15. Y Cataluña tiene nada menos que el 110% de aquel promedio. Y sin embargo, el gasto público social por habitante es sólo el 78% del promedio de la UE-15 en España y el 82% en Cataluña.

La causa de este retraso es la misma que en Grecia, Portugal, Irlanda y ahora Italia: el gran dominio de las fuerzas conservadoras sobre sus Estados, que determina unos ingresos bajos al Estado, como consecuencia de unas políticas fiscales regresivas y un enorme fraude fiscal, realizado principalmente por los sectores más pudientes de la población.

Pero este retraso social va acompañado de la falta de resolución de otro problema grave: la no resolución del carácter plurinacional del Estado español. Y esta falta de resolución nos está llevando a la desintegración del Estado español, de la cual son responsables, y muy en primer lugar, las voces conservadoras jacobinas procedentes del nacionalismo español que en su incapacidad de entender que España tiene varias naciones, está estimulando el independentismo catalán. Negando el derecho de autodeterminación están estimulando el sentimiento de independencia.
No soy partidario de la independencia de Cataluña, pero entiendo el independentismo catalán. Defiendo, como siempre defendimos las izquierdas, no sólo catalanas sino también españolas, el derecho de autodeterminación que ahora se llama derecho de decisión.

Es importante, sin embargo, reconocer que estos sentimientos se están estimulando de una manera oportunista para ocultar el enorme déficit social y las políticas de austeridad que están dañando a las clases populares. Hay que ser crítico con las fuerzas conservadoras en España que están utilizando el nacionalismo españolista como manera de ocultar unas impopulares políticas de austeridad. La evidencia de que esto está pasando es abrumadora. Hay que ser crítico con esta realidad.

Pero hay que ser también crítico con las fuerzas catalanas conservadoras que también están utilizando este movimiento de protesta –que considero justo- para esconder unas políticas de claro corte neoliberal que están dañando al pueblo catalán. No es sólo el déficit fiscal, que existe y se tiene que eliminar, el responsable del retraso social. Es la fuerza y alianza de clases, que se traduce en la alianza política en las Cortes Españolas y hasta hace poco en el Parlamento de Cataluña, entre las derechas a los dos lados del Ebro, la que determina el enorme retraso social de Cataluña –y también de España-.

Y aquí sí que encuentro muy pocas voces críticas. En parte porque hay un gran control de los foros donde tales voces tienen dificultades para participar.

Y es aquí donde querría acabar haciendo algunas observaciones sobre el proyecto académico y universitario. La universidad tiene que analizar la realidad que nos rodea, con el rigor que tiene que guiar todo proyecte científico. Pero el análisis de la realidad tiene que incluir la motivación de cambiar tal realidad. Tenemos que conocer la realidad para cambiarla. Es fundamental que la universidad se independice del poder financiero y económico que tiene tanta influencia a la vida política y mediática del país.

Por este motivo cuando volví a casa, al país mío y nuestro, me preocupó en gran manera que se estaba idealizando la academia norteamericana. Veo que los mismos colegas que en los años cincuenta y setenta gritaban “Yankees go hombre” ahora envían a sus hijos a los Estados Unidos. Me parece muy bien que los estudiantes catalanes y españoles viajen también a los Estados Unidos y aprendan de aquellos centros académicos. Ahora bien, me preocupa que muchos queden totalmente seducidos y vean la luz pero no las sombras de aquellas universidades, y muchos de ellos no vean la enorme y excesiva influencia que el mundo financiero y económico de aquel país tiene en la academia norteamericana. El enorme fracaso de la comunidad universitaria de economistas de los EEUU de no saber predecir la enorme crisis financiera es un indicador de ello. El conocimiento académico de la economía está en quiebra.

Repito que queda mucho para aprender. Y yo mismo –medio siglo de académico en aquel país- he apoyado y continúo apoyando el intercambio. Pero es fundamental que el proyecto académico catalán se base en una filosofía de servicio a las clases populares y no a las estructuras del poder, pues nuestro servicio tiene que ser precisamente dar a conocer la realidad que vive nuestro pueblo para indicar y mostrar las intervenciones encaminadas a mejorar su bienestar y calidad de vida.
Hace falta también redefinir patriotismo catalán y patriotismo español, porque este es un sentimiento muy vulnerable a ser manipulado. El más patriota es el que más hace para mejorar la calidad de vida de aquellos que viven y trabajan en Cataluña y/o en España, y muy en particular, las clases populares. Hay que protestar por la utilización de las banderas para finalidades clasistas anteponiendo la supuesta defensa de la patria al bienestar de la población. Y esta observación se aplica a los dos lados del Ebro.

Cómo también hay que evitar el otro extremo en el cual, en bases a un malentendido internacionalismo, la defensa de la nación catalana queda diluida en una homogeneización internacional que implica la pérdida de nuestra identidad. Hay que sentirse hermanado con otros pueblos y naciones, empezando, en nuestro caso, con aquellos a quienes el Noi del Sucre, el gran dirigente del movimiento obrero de Cataluña, definió como “naciones y pueblos de Iberia”. Respeto a aquellos que no se sienten cómodos con este sentimiento e incluso simpatizo con ellos porque yo tampoco me identifico con esta España oficial, y que es la España heredera de la dictadura y de la Transición inmodélica. Esta no es mi España. Pero no abandonaré la esperanza que otra España sea posible, y creo que está ya surgiendo de las calles de las poblaciones de aquel territorio en su protesta social que toma lugar cada día. Y no abandono tampoco la esperanza de que tengamos otra Cataluña donde la mayoría del pueblo catalán pueda elegir su futuro, con plena libertad y pluralidad ideológica de los medios, que hoy no existe en Cataluña, ni tampoco en España.

Espero que todos podamos continuar trabajando en este proyecto con el sentido crítico tan necesario en nuestro país. Así lo espero. Gracias por el honor.

Vicenç Navarro
Catedrático de Políticas Públicas
Universidad Pompeu Fabra
(discurso dado en catalán)
Ver discurso en PDF

 http://www.vnavarro.org/?p=8663

martes, 19 de marzo de 2013

Seminario Internacional: EL GOLPE DE ESTADO DEL 11 DE SEPTIEMBRE DE 1973 EN CHILE


Facultad de Filosofía y Letras
Avenida Tomás y Valiente, 1
Campus de Cantoblanco, UAM , 



¿Cómo llegar?
  • Para llegar en tren desde Madrid, uno puede coger indistintamente las líneas de cercanías C4A (con dirección Alcobendas/San Sebastián de los Reyes) o C4B (con dirección Tres Cantos/Colmenar Viejo) y bajarse en la estación “Cantoblanco Universidad”. Más información sobre los cercanías de Madrid
  • Para llegar en coche, hay que coger la carretera de Madrid a Colmenar Viejo (M-607) y desviarse en el Km. 15. Se puede entrar tanto por el acceso Norte como por el acceso Sur.

jueves, 7 de marzo de 2013

Campaña Hijos predilectos a los Guerrilleros y Resistentes antifascistas asturianos 1937-1977

Campaña pidiendo conceder la Medalla de Asturias a título póstumo, a Cristino García Granda,
y la Medalla de Asturias, a los Resistentes en Francia y a los Guerrilleros y Resistentes antifascistas asturianos 1937-1977 


Con fecha 28/10/2010  la Asociación de Descendientes del Exilio Español presentó  una solicitud pidiendo conceder la Medalla de Asturias a título póstumo, a Cristino García Granda, y la Medalla de Asturias, a los Resistentes en Francia:
  1. José Antonio Alonso, Comandante "Robert" .
  2. Ángel Álvarez .
  3. Aladino Castro.
  4. Vicente García Riestra.
  5. David Moyano Tejerina.
A la solicitud se adhirieron la mayor parte de los Ayuntamientos asturianos.
 
También en el año 2010 la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR) realizó una campaña para obtener el reconocimiento de dos guerrilleros antifascistas asturianos, Cristino García Granda y Jose Antonio Alonso “Comandante Robert”. En dicha campaña se solicitaba al Parlamento Asturiano la concesión de título de “Hijos predilectos de Asturias” que se otorga anualmente a personas nacidas en el Principado que se hayan destacado por sus méritos relevantes.

Desafortunadamente, a pesar de haber sido respaldada por las firmas de mas de 2.000 ciudadanos y por 72 organizaciones, la petición fue desestimada. En su lugar el gobierno asturiano decidió otorgársela al entonces jefe de la Casa real, Alberto Aza Arias. En años anteriores habían sido galardonados el ex-secretario de la Casa Real Sabino Fernández Campo (1991) o el Príncipe de Asturias (1986).

Tras el golpe de estado fascista el 18 de julio de 1936 y a medida que avanzaban territorialmente las fuerzas militares del bando fascista, los defensores del régimen republicano legal y legítimamente constituido buscaron nuevas fórmulas de lucha para detener a los sublevados. La lucha de guerrillas, que se inició ya en el mismo momento en qué se produce el “Alzamiento Nacional” golpista y se prolongó hasta los años 60, tuvo una actuación irregular teniendo en cuenta que buena parte de los luchadores cruzaron la frontera en dirección a Francia para combatir internacionalmente el fascismo. Lo hicieron con la esperanza que esta derrota provocara el fin del fascismo español gracias al apoyo internacional de los regímenes democráticos. A pesar de que muchos volvieron y continuaron la lucha, a mitad de los 50 fue ya evidente que la colaboración internacional no se iba dar,  haciendo patente el aislamiento a que quedaban relegados.

Desde el final oficial de la Guerra Civil, fue el Tercio Móvil del Ejército español, la Falange, y sobre todo la Guardia Civil, los encargados de perseguir y aniquilar a los grupos de resistencia democrática organizados en guerrillas. La decisión de adjudicar un papel preeminente a la Guardia Civil se debió tanto a su propia naturaleza, ámbito de actuación y experiencia de este instituto armado (responsable de perseguir a bandoleros y carlistas durante el siglo XIX), como a la intención de menospreciar e infravalorar ­internamente y externamente- la resistencia al régimen fascista. Encargándose prioritariamente a la Guardia Civil y no al Ejército la represión, se pretendía por un lado que no se reconociera que se trataba de un problema grave o de la misma continuidad de la guerra. Por otro  lado, se quería visualizar ante la sociedad que se trataba de un problema de delincuencia y no de una lucha en defensa del régimen republicano. Para ello, se utilizaron también tácticas propagandísticas como el silenciamiento de las acciones con contenido político y la propagación de aquellas más violentas que pudieran generar un cierto rechazo por parte del conjunto de la sociedad. En este mismo sentido, una circular de la Dirección General de Seguridad de 11 de abril de 1947 prohibía expresamente utilizar el término guerrilla, maquis o guerrilleros, y obliga a establecer como terminología a nivel interno y externo, los conceptos bandoleros, forajidos o bandolerismo.

Pero la lucha armada por la democracia existía, y era mayor de lo que el propio gobierno golpista estaba dispuesto a admitir. Hasta el punto que el Ministerio de Interior dio orden de aniquilar a los guerrilleros y enlaces ­mediante la ley de fugas-, a la vez que se amplió en gran medida la plantilla de la Guardia Civil (se pasó de 30.000 efectivos en 1936 a 54.000 en 1941). La importancia de la guerrilla está demostrada por el hecho que en el periodo 1943-1952 se concedieran por las acciones contra la ella, 908 cruces del mérito militar -que configuraron el popularmente llamado “medallero”-, 970 citaciones en las órdenes generales del cuerpo, que hubiera más de mil enfrentamientos armados y más de seiscientas bajas entre heridos y muertos en la Guardia Civil. No obstante, aunque suele establecerse el año 1952 como el año en qué se puso fin a la lucha guerrillera a favor de la democracia representada por el legítimo régimen republicano, quedaron algunos focos de resistencia guerrillera hasta los años 60, como es el caso de los representados por Quico Sabater, Ramón Vila Capdevila “Caracremada”, José Castro Veiga  “Piloto”, etc.

La vergonzante realidad actual en el estado español, es que oficialmente a los guerrilleros se les sigue asociando a la condición de bandoleros y terroristas (calificación por tanto no amnistiable ni siquiera por la preconstitucional ley de Amnistía), ya que sus sentencias condenatorias franquistas siguen estando vigentes. Durante años, y ante todos los gobiernos democráticos, gobernara quien gobernara, AGE con el apoyo de otras asociaciones y algunos diputados de grupos parlamentarios de izquierdas, ha reclamado su reconocimiento jurídico.El parlamento español ha rechazado todas las Proposiciones de ley, enmiendas y preguntas parlamentarias, presentadas para que su equiparación a todos los niveles con los antiguos miembros de las Fuerzas Armadas oficiales republicanas fuera una realidad. Es una situación vergonzante, incomprensible, inaudita y absurda en otras democracias que sufrieron pasados fascistas, en las que se reconoce y honra a la resistencia.
Por todo ello urge, pues, un reconocimiento de la lucha por la libertad de los defensores del legítimo régimen republicano, de igual manera como han procedido en otros países como Francia, Alemania o Rusia, por poner tres ejemplos. En este sentido, René Pérez, responsable de la Unión de Excombatientes Franceses en España, reivindicando la reparación de esta injusticia, afirma que “A los guerrilleros franceses que lucharon contra el nazismo se les considera héroes nacionales; tienen una pensión especial, los mutilados reciben asistencia a domicilio y han sido condecorados en repetidas ocasiones.”

Este 2013 desde la Asociación de Descendientes del Exilio español, la Federación Asturiana Memoria y República (FAMyR), y la Asociación para la creación del archivo de la guerra civil, las brigadas internacionales, los niños de la guerra, la resistencia, la guerrilla y el exilio español (AGE) retomamos una nueva campaña extendiéndola a todos aquellos guerrilleros y resistentes antifascistas asturianos que aun quedan vivos. Vivos pero que, aun hoy, siguen enterrados en el olvido e ignorados por la memoria colectiva del pueblo asturiano, robándonos el ejemplo de su vida como luchadores por la libertad. De igual manera y para honrar a todos aquellos luchadores anónimos hemos propuesto la inclusión de un reconocimiento al “Guerrillero antifranquista desconocido”.

Por todo ello recabamos tu colaboración para solicitar al Principado de Asturias la declaración de Hijo predilecto de Asturias para los guerrilleros y resistentes que se detallan en el anexo. Necesitamos vuestro apoyo explícito por lo que os agradeceríamos nos hicieseis llegar la adhesión, bien individual bien colectiva a la “Campaña Hijos predilectos de Asturias a los guerrilleros y resistentes antifascistas asturianos 1936-1977”.

Podéis enviar vuestras adhesiones (nombre, apellido y DNI) a:
asociacion_exiliados@yahoo.es  famyr@memoriayrepublica.org age@derechos.org
o por correo postal a Belmonte de Miranda, 4, entlo, dcha, 33206 Gijón, Asturias y su desarrollo podreis seguirlo en la web www.memoriayrepublica.org

Por último, es seguro que en nuestro pequeño esfuerzo de reconocimiento nos olvidaremos de alguien. Lo lamentamos y os agradeceríamos nos enviaseis la información pertinente para incluirlo en la campaña de reconocimiento.

La campaña culminará el 14 de abril con la inauguración del Parque al Comandante Robert en Gijón, con la presencia del propio Comandante Robert y el resto de homenajeados en lo que pretendemos sea una auténtica fiesta popular de reivindicación de la III República.

Salud y República

http://www.exiliados.org/exiliados/espana/923-campana-hijos-predilectos-a-los-guerrilleros-y-resistentes-antifascistas-asturianos-1937-1977.html